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Latinoamérica

Conversación con Claudio Ledesma:

“Hoy escojo LIJ con compromiso social”

Paula Campos C.

Pensábamos tener esta conversación de forma presencial, sin embargo, los protocolos de viaje impidieron que esto ocurriera. Al otro lado del teléfono, Claudio Ledesma nos responde explicándonos que espera viajar pronto a Chile, desde Argentina, entonces, decidimos hablar de literatura infantil y juvenil (LIJ).

Claudio Ledesma

Ledesma es actor, narrador y tallerista. Su labor docente lo ha llevado a impartir y dirigir experiencias de formación en literatura infantil y juvenil en las más prestigiosas universidades latinoamericanas. El también coordinador de seminarios y diplomados, director del Festival Internacional de Cuentacuentos de Argentina se formó en la Escuela Nacional de Arte Dramático y cursó la Licenciatura de Artes Combinadas en la UBA.

Su arribo a la Literatura Infantil y Juvenil, sin embargo, no fue inmediato. “Empecé estudiando literatura y también teatro. Contar cuentos fue como unir esas dos pasiones en la síntesis de esta narración oral. Para mi, llegar a esto fue otra forma de consumir la literatura, de solidarizarla”.

El encuentro con la LIJ se inició en Chile, específicamente en Osorno, cuando en 2004 fue invitado por María Victoria Peni, directora del Centro Lector de esa ciudad, a participar de un encuentro internacional donde conoció a grandes referentes latinoamericanos.

Recuerda que esa fue la llave. “Antes de eso, yo me dedicaba a contar cuentos, pero desde ahí nací en la mediación. Es, sin duda, mi trampolín”.

¿Cómo fue ese paso de narrador a mediador?

Ocurren muchas cosas según el contexto. Desde el 2000 en adelante comienza a haber más políticas en la materia. Como consecuencia de ello, surgen nuevos autores y un mercado en torno a la LIJ. Esa explosión en el mercado editorial ha permitido que la narración oral se inserte con fuerza en el mundo.

En lo personal, yo me encuentro con que la mediación es una invitación a leer, a disfrutar de la oralidad. Para mi Osorno, ese encuentro, es fundamental y fundacional.

¿Cuál es tu sello como mediador?

Tiene que ver con la capacitación y la formación que brindo. Las personas disfrutan mucho de los talleres que dicto. Cualquier persona puede contar un cuento, pero no todos con arte, con comunicación, provocando un vínculo. Creo que eso sucede porque tengo fe en el otro, en el deseo de contar. 

Mi sello también tiene que ver con el material con el que trabajo. Los más de 25 años que llevo contando cuentos me han permitido encontrar joyas literarias. La calidad de los cuentos, entonces, es también parte de lo que soy. Me gusta trabajar con literatura de autor. Mi trabajo está centrado en ello, porque respeto mucho a los autores, a la literatura. Considero que para contar esos cuentos hay que hacer un gran trabajo, dar muchas lecturas para contar un cuento. Esos 25 incansables años de lectura son los que me entregan un subtexto, una hipertextualidad que hoy forman parte central de mi trabajo.

¿Cómo escoges los cuentos que lees?

Fundamentalmente leyendo mucho. En este recorrido me he encontrado con diversos autores y gente. Si bien hoy es una búsqueda donde el placer por la lectura se esconde detrás de un fin utilitario, porque finalmente en la decisión de qué contar, pienso mucho más en qué les gustaría leer a los otros. 

Pero, en síntesis, escoger tiene que ver, para mí, con muchas lecturas, muchas visitas, dar muchos talleres y así voy descubriendo los textos. Marcela Alluz, Juan o Cecila Solá, son algunos de los nombres que he descubierto a través de alumnos. Esto me ayuda también a convocar a los escritores y ser parte de diplomados, a nutrir lo que hago, porque tiene que ver con lo que quiero contar. 

El saber escuchar, poner la oreja me ha servido, Hay que escuchar mucho a los alumnos y hay que estar abierto a las nuevas propuestas. 

Claudio Ledesma en un encuentro con niños y niñas

¿Y cómo han cambiado esas propuestas de la LIJ que tú escoges en 25 años?

Ha ido cambiando, desarrollándose, particularmente estoy trabajando con textos de compromiso social, perturbadores, que también comprometen. Hoy miro temáticas actuales y sociales: políticas, identitarias, educación sexual, género. Esos son los universos que aparecen en la nueva LIJ, libros tremendos, bien escritos e ilustrados que acompañan paradigmas para que la sociedad se plantee preguntas. 

Hace veinte años, en Argentina, los textos buscaban más el humor. Saliendo de la dictadura en este país, los autores usaron un lenguaje cargado de humor, donde la  intertextualidad era parte importante de su construcción. Cuando la LIJ surge en los 80, lo hace con un guiño a los autores que los anteceden. 

Sin embargo, hay algo que las une. En ambos momentos es una literatura que incluye a los niños, pero que no excluye a los adultos, quienes, con distinto poder de simbolización, podemos bucear en otras capas de profundidad que ofrecen estos textos.

¿Qué momento vive hoy la mediación en Latinoamérica?

Uno nuevo, que se inició con la pandemia. Gracias a las transmisiones digitales la LIJ se acerca, se democratiza y eso permite romper fronteras. Antes, ir a una feria, a un congreso, requería un importante esfuerzo económico. Hoy, el año pasado, más de 5 mil personas nos reunimos por YouTube para participar del congreso organizado por Ibby. Esas son señales, nuevos canales que abarcan más personas, más miradas y van tejiendo una ruta.

¿Cuándo visitarás Chile y la BILIJ?

Aún no hay fecha concreta, porque los trámites por protocolos de salud demoran algunos días. Sin embargo, cuando esté allá, lo que voy a hacer en BILIJ es un espectáculo LIJ, un recorrido que titulo Cuentos para dormir niños y despertar a los adultos, donde cuento cuentos de distintos lugares de Latinoamérica. 

Cuentos para dormir niños y despertar a los adultos es un espectáculo familiar pensado y centrado en la historia de los países, donde a través de la música, de la forma de narrarlo, de las palabras que se usan, recorremos esas culturas desde la forma del contar, desde la narración oral.

¿Qué palabra nos regalas?

Impajaritable. ¿Por qué? Porque suena muy lindo y es algo como imposible, excesivo. Me gusta su significado y como suena. 

Claudio Ledesma en una función de la Feria del Libro Infantil y Juvenil en Buenos Aires

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Paula Campos C., periodista y diplomada en Periodismo Digital y Políticas Culturales desde el Territorio, es colaboradora de Fundación Palabra.

(la LIJ actual) es una literatura que incluye a los niños, pero que no excluye a los adultos, quienes, con distinto poder de simbolización, podemos bucear en otras capas de profundidad que ofrecen estos textos.

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