
BILIJ

Biblioteca Interactiva Latinoamericana Infantil y Juvenil
El Colibrí de IBBY Chile
Celebrando 10 años
Valentina Rivera B.

Algo de Historia
En 1947, una autora chilena publicó una obra que impactaría a distintas generaciones de lectores en Chile. El primer libro de Papelucho fue luego seguido de 11 entregas más, en donde el ingenioso niño se desenvolvía en todo tipo de aventuras, las que llegarían a las salas de clases y hogares chilenos. Marcela Paz fue una escritora que ganó distinción por las historias de Papelucho, aunque su compromiso con las lecturas infantiles fue tal, que también participó en la creación de la Asociación Internacional del Libro Juvenil (del inglés, International Board on Books for Young People). IBBY es una organización que representa una red internacional de personas comprometidas con el fomento de la lectura. Fundada en 1953, IBBY es reconocida mundialmente como una organización que reúne lo mejor de la literatura infantil y juvenil a través de sus ramas nacionales. La sección nacional de IBBY llegó en 1964, es decir, 9 años después de su fundación. En ese año, Marcela Paz tomó la iniciativa de congregar a otras escritoras chilenas del rubro para comenzar a dar forma a IBBY Chile. Al respecto, Constanza Mekis comenta que la gran empresa en la que esta admirable mujer incursionó requirió mucha osadía de su parte. Mekis, quien fue presidenta de IBBY Chile durante 7 años, reflexiona sobre la significancia de que algo así sucediera bajo la gestión de una mujer durante la década del 60, quien además fue la pionera de las filiales IBBY en América Latina, pues fue Chile el primer país en fundar una. El trabajo literario de Marcela Paz y su compromiso con la lectura la llevaron a ser galardonada con el Premio Nacional de Literatura en 1982 e incluida en la Lista de Honor IBBY internacional en 1968.
Tal como señala el investigador LIJ chileno Manuel Peña, en sus inicios IBBY funcionó de manera ‘‘casera’’, pues las autoras se reunían en sus hogares para organizar actividades como cuentacuentos o visitas escolares. Todo esto era realizado con el espíritu comprometido de velar por la promoción de una lectura de excelencia y que pudiera llegar a todos los lectores infantiles y juveniles en Chile. Junto con autoras como Alicia Morel, Pepita Turina, Maite Allamand y Lucía Gevert, Marcela Paz dio inicio a una de las asociaciones más importantes del país, cuyo legado y trabajo aún perduran. A la fecha, IBBY Chile continúa ofreciendo sus servicios como organización de profesionales del libro infantil, asegurando siempre ‘‘la calidad literaria y los valores relacionados con la paz, el respeto, la sensibilidad y la tolerancia’’ (Peña, web IBBY Chile). Sus acciones están ligadas a sus valores declarados: la excelencia, la creatividad y el trabajo en equipo.

Colaboraciones y Publicaciones
En efecto, un aspecto que caracteriza a la organización es su capacidad de articular distintos actores, profesionales y entusiastas de la LIJ, incluyendo además de escritores a ilustradores, traductores, periodistas, bibliotecarios, educadores y editores. Esta colaboración se ha traducido en acciones concretas que favorecen el fomento de la lectura y la promoción del trabajo nacional, aunque también se ha expandido y ha enlazado su trabajo con el que realizan las otras secciones nacionales de IBBY en latinoamérica e incluso con la sección Latinoamericana y del Caribe, en donde confluye el trabajo de la región.
Un ejemplo reciente de ello es Leer, imaginar, actuar. Catálogo CERLALC-IBBY de libros infantiles para el desarrollo sostenible, en donde Chile destaca con 5 obras recomendadas. También existe Voces de Latinoamérica. Antología de cantos, poemas y cuentos, en donde por medio de una investigación exhaustiva, se recopilan distintos textos procedentes de la tradición oral de Latinoamérica y el Caribe. Los textos escogidos de Chile incluyen cantos y poemas del pueblo mapuche y de la comunidad Colla del norte de nuestro país.
Otro ejemplo reciente es la revista Voces & Tintas, una iniciativa de los 16 países que conforman IBBY Latinoamérica y el Caribe. Su objetivo principal es ‘‘difundir la producción de libros para niños y jóvenes de los países latinoamericanos y caribeños, e impulsar el intercambio y la colaboración regional en torno a la literatura infantil’’, cuyos fundamentos claves consideran la construcción y representación de la infancia; las prácticas de mediación; las transformaciones y proyecciones del ecosistema del libro; y la industria cultural (CERLALC). A la fecha, Voces & Tintas cuenta con 3 ediciones: La lectura que acompaña; Ecosistemas del libro y la lectura; y Mujeres: imaginarios y perspectivas. Todos los recursos generados están disponibles para su descarga gratuita, siendo consecuente así con el compromiso de democratizar el acceso a la lectura y cultura.
Desde un plano exclusivamente nacional, IBBY Chile también ha generado publicaciones que buscan ser un aporte para la formación de lectores. En el año 2017, lanza su Colección Alas de Colibrí, la que constituye un espacio de reflexión especializado. Sus publicaciones comprenden El mediador de lectura. La formación del lector integral (Beatriz Helena Robledo) y Ciudadanía e infancias lectoras (Ana María Machado). El texto de Robledo indaga preguntas claves para la mediación y sus espacios. El de Machado, en cambio, elabora sobre el rol del Estado en la formación de lectores y en el diálogo, proponiendo a la lectura como un acto revolucionario.

Medalla Colibrí
Muy probablemente, una de las acciones más importantes creadas por la rama chilena de IBBY es su medalla Colibrí, la que premia a escritores, ilustradores y editoriales destacados cada año. Este año el reconocimiento celebra su aniversario número 10, el cual será celebrado con un festival en el Centro Cultural de España y contará con una programación especial: talleres, firma de autores y feria de editoriales. El 5 de noviembre se entregarán las medallas a los ganadores de este año 2022.
En el año 2012 se crea la medalla bajo la gestión de María José González y Ana María Rivera. La medalla lleva como nombre Colibrí, elección que fue tomada en los 90 por integrantes de IBBY que preparaban la publicación de una revista. Manuel Peña Muñoz nos cuenta que en ese entonces los miembros de IBBY se reunían en la editorial Andrés Bello, y fue en una de esas discusiones que el nombre Colibrí apareció. Los miembros que incluían a Alicia Morel y Lucía Gevert, consideraron que al tratarse de un ave colorido que revolotea constantemente, podría ser un símbolo que representara el espíritu inquieto y alegre de la revista. Más tarde, se utilizaría ese mismo símbolo para que la medalla tuviera ese mismo sello.
En su primera versión la medalla contempló solo 8 categorías: ficción infantil, ficción juvenil, ilustración infantil, ilustración juvenil, no-ficción infantil, no-ficción juvenil, labor editorial y medalla colección. Sin embargo, de la misma manera en que el panorama nacional de la LIJ fue cambiando y expandiéndose, la medalla ha tenido que acoger – justamente – nuevos formatos y categorías para premiar. Así, y de manera paulatina, se fueron incorporando las categorías de traducción, teoría, crítica y fomento, libros para bebés, y poesía infantil y juvenil. En su última versión, IBBY Chile gestionó de forma inédita el primer jurado conformado por niñas y niños, quienes mantuvieron sesiones de deliberación y escogieron su ganador. Esto demuestra la atingencia del galardón y su deseo de ser congruente con los estándares estético-literarios que la medalla busca premiar, al igual que posicionar a los lectores en el centro de la discusión. Las categorías premiadas y sus respectivos ganadores pueden ser revisados aquí.
Este reconocimiento posee relevancia por sí solo, mas su alcance no es solo nacional. Cada dos años IBBY Internacional organiza su reconocida Lista de Honor en donde reúne las obras, autores, ilustradores y traductores destacados. La selección chilena de esas categorías se basa en los ganadores de la Medalla Colibrí. Por un lado, esto contribuye al posicionamiento del trabajo nacional y favorece el intercambio cultural y de ideas entre países, pero también releva los intereses de niños, niñas y jóvenes de Chile y el mundo. Si bien estos reconocimientos son de mucha satisfacción para sus receptores, son también un mecanismo para reflexionar sobre cómo la percepción de infancia y juventud van cambiando. Las obras premiadas dan cuenta de ello, las que año a año innovan en estilo, formato y temáticas, pudiendo encontrar ahora más textos que proponen enfoques y perspectivas que buscan representar la multiplicidad de infancias y juventudes. Para conocer más a fondo la historia de la Medalla Colibrí, recomendamos el breviario que IBBY Chile creó en el año 2019, en preparación de su aniversario número 10.
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Valentina Rivera Bravo
Licenciada en Letras Inglesas y Profesora de Inglés, Pontificia Universidad Católica. Máster en Children’s Literature and Literacies, Universidad de Glasgow, especialización en libros álbum y gramática visual. Ha colaborado en la revista literaria de la Facultad de Letras PUC, ESLA (English Studies in Latin America), y en espacios informales de fomento lector. Se ha desempeñado como profesora en diversas instituciones educacionales.



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