EL MUNDO MIRA A

CHILE

Mirar el cielo

Astronomía y estrellas en Chile

María José Hess P.

Dicen que los cielos de Chile están dentro de los mejores del mundo para hacer astronomía y es por ello que diversas organizaciones científicas han escogido a esta porción de territorio para sus instalaciones, especialmente en las regiones de Antofagasta, Atacama y Coquimbo.

Actualmente en Chile se desarrolla el 40% de la observación astronómica del mundo, la cual va creciendo con nuevos proyectos que van confluyendo en el territorio. En el norte del país se encuentra el Observatorio Paranal; el Atacama Large Millimeter Array (ALMA); La Silla, dependiente del Observatorio Europeo Austral (ESO); el interamericano del Cerro Tololo, Gemini Sur y Las Campanas, entre otros. 

Para saber más del cielo, Fundación Palabra conversó con el astrónomo y comunicador científico, Juan Carlos Beamin, autor del libro descargable “Astronomía ilustrada”, director y conductor del podcast “La raíz de la ciencia”. 

¿Cómo te acercaste a la astronomía y por qué? 

Diría que al menos tres factores fueron muy importantes. Desde niño tuve muchos libros, entre ellos algunos de ciencias y en particular uno de planetas estilo pop-up (que aún tengo) y disfrutaba mucho de ello. También mi papá, profesor de música, tenía un gran amor por el cielo. Con él compartí muchísimas noches mirándolo, contando satélites e imaginando constelaciones, guardo muy lindos recuerdos, incluso ya de adolescente. 

Finalmente, mis profesoras de matemáticas y el profesor de física me dieron la confianza de seguir una carrera de ciencias más que algo más tradicional. Aun así al entrar a la carrera me topé con muchas sorpresas, como la cantidad de programación que se necesitaba, pero diría que fue una tremenda aventura estudiar astronomía, es simplemente maravilloso poder darle sentido y entender un poco más el universo.

Me puedes contar un poco de la historia de la astronomía en Chile ¿cómo parte?

Desde el siglo XIX distintos grupos intentaron hacer observaciones del hemisferio sur con observatorios en la región de Valparaíso y Santiago, pues desde aquí se pueden observar las galaxias más cercanas, las nubes de Magallanes, y tenemos una mejor vista del centro galáctico. 

Luego, con la llegada de los grandes observatorios en los años 60, la astronomía en Chile comenzó a crecer cada vez más. En los años 90 y 2000 se construyó y comenzó sus operaciones el complejo en Paranal y la llegada de otros gigantes como los telescopios de Magallanes, Gemini Sur y ALMA, simplemente ha hecho que la astronomía chilena tenga un auge y crecimientos exponenciales. 

Si en la década de los 90 contábamos con 2 o 3 universidades que impartían astronomía, hoy tenemos más de diez universidades en al menos seis regiones del país impartiendo licenciaturas, y programas de postgrado como magíster y doctorados y con diversos convenios en las más prestigiosas universidades y centros astronómicos.

¿Se pueden visitar los observatorios?

En general los observatorios profesionales abren sus puertas al público de forma gratuita los días sábados y en sus sitios web explican cómo agendar visitas. Eso sí, las visitas son siempre de día pues de noche se prioriza la observación y misión científica, al ser los más potentes laboratorios del mundo, es bueno que se usen como tal. 

Este año las imágenes del Telescopio Espacial James Webb nos deslumbraron, especialmente por su belleza. ¿Cómo se leen sus imágenes y qué significan para la ciencia?

Las imágenes y datos que recopila el James Webb no son tan distintos de los que recopilan los demás observatorios en su formato, pero sí podemos ver claramente su superioridad, tanto en resolución, es decir la capacidad de distinguir detalles más finos, como en la profundidad, es decir que podemos ver objetos mucho más débiles que antes no era posible detectar. 

Esta combinación de mayor resolución y profundidad combinado con que puede observar otros «colores» o energías de la luz lo transforman en uno de los telescopios más esperados y que posiblemente nos ayude a dar grandes pasos en todas las áreas de la astronomía moderna. 

¿Qué te ha enseñado el cielo?

El cielo me ha enseñado muchísimas cosas. Por un lado, nada es tan simple como parece, y eso se aplica quizás a casi cualquier área del saber: te das cuenta que mientras más te adentras en los detalles de cómo funcionan las estrellas, más te das cuenta que necesitas seguir investigando para entenderlo, y eso me ha llevado también a mantener una postura humilde en relación a mi posición como científico y persona. En cierto sentido es hacer propias las conocidas palabras de Sócrates “sólo sé que nada sé”, se hacen más ciertas que nunca cuando miramos hacia las estrellas.

Otra cosa que me ha enseñado a reflexionar en la vastedad del universo es en la increíble posición que nos encontramos. Cuesta no buscar un sentido en todo este universo, mientras más exploramos, más nos damos cuenta de las increíbles condiciones que reúne la Tierra para dar lugar a la vida. Si bien no podemos descartar la existencia de vida en otros lugares del universo, tampoco tenemos pruebas. Reflexionar en estas dos opciones y lo que cada una de las dos implica creo que ha sido lo más enriquecedor de poder mirar el cielo y de saber que cada uno de esos puntos brillantes podría estar iluminando planetas como el nuestro

¿Nos regalas una palabra?

Perseverar. El trabajo científico en ocasiones requiere de años, muchas frustraciones, competencia. Dependes del tiempo, de las nubes, del viento y que los telescopios funcionen correctamente. De que los proyectos sean aprobados, que los estudiantes e investigadores logren dar con las explicaciones, todo para poder avanzar un poquito hacia una comprensión mejor de una pequeña parte de nuestro universo, por eso sin la perseverancia, la astronomía no sería posible.



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María José Hess Paz

Periodista de la Universidad Católica y Magíster en Estudios de Desarrollo de la Universidad de Sydney, experiencia principalmente en comunicaciones y desarrollo de proyectos a través de Corporación Amigos de los Parques de la Patagonia, la Dirección de Comunicaciones de América Solidaria Internacional, la Subsecretaría de Evaluación Social, entre otros.

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