
Música y lectura: ¡Otra cosa es con guitarra!
EL MUNDO MIRA A CHILE
En entrevista con Fundación Palabra, Pablo Quilodrán, Director Ejecutivo de Corporación para la Investigación y Avance de la Paleontología e Historia Natural de Atacama CIAHN-Atacama, explica la historia, hallazgos y desafíos para consolidar a Atacama como centro paleontológico mundial y cómo llegó el ave prehistórica más grande del mundo de Atacama a Alemania.
Fue la comunidad de artesanos que buscaba fósiles para la venta la que se dio cuenta del patrimonio inigualable de la región de Atacama. Y la que sigue es una historia de cambios, un vuelco hacia la ciencia, la educación y la protección de un legado.
Y es que la región de Atacama atesora una inmensa riqueza paleontológica, destacando los depósitos de la Formación Bahía Inglesa, que contienen una inusitada abundancia de restos de vertebrados marinos de hace unos 8 millones de años.
Si bien los fósiles de Chile son considerados Monumento Nacional, durante décadas este patrimonio fue destruido por faenas mineras ilegales que trituraron miles de toneladas de fósiles para transformarlos en fertilizantes.
Ese fue el caso de Pelargonis Chilensis, el ave prehistórica más grande del mundo, encontrada por artesanos y vendida a traficantes ilegales de gran escala, se calcula que pudo haber sido en 2005. El fósil llegó a una feria internacional de fósiles, donde fue comprado por un coleccionista alemán, quien, al darse cuenta del hallazgo, lo lleva al museo de Frankfurt para que lo analice y el museo reconoce una pieza patrimonial. Allí fue bautizado por los paleontólogos Gerald Mayr y David Rubilar siguiendo la taxonomía propuesta por el botánico y naturalista Carl von Linneo, que consiste en que la primera palabra refiere al género y la segunda a su origen.
El Pelagornis fue repatriado a Chile en agosto del 2009, gracias a la cooperación del Museo Senckenberg de Frankfurt, Alemania, y hoy se encuentra en el Museo Nacional de Historia Natural.
Pero ¿cómo es el camino que recorre Atacama para convertirse en un centro paleontológico de categoría mundial? Nos cuenta Pablo Quilodrán, Director Ejecutivo de la Corporación de Investigación y Avance de la Paleontología e Historia Natural de Atacama (CIAHN Atacama).
¿Cómo surge la Corporación y qué busca?
La iniciativa surge para dar respuesta a la necesidad de la propia comunidad de Atacama de proteger, investigar y poner en valor su patrimonio paleontológico y por extensión la Historia Natural.
Por ejemplo, destacar a la agrupación de artesanos Promuseo de Caldera, quienes en en un principio colectaban y vendían fósiles, pero pronto se dan cuenta de la importancia de este patrimonio, se organizan y con apoyo municipal fundan el Museo y el Parque Paleontológico. También podemos destacar esfuerzos de diferentes científicos por dar cuenta de la importancia mundial de estos fósiles.
Son muchas historias que es importante reconocer y rescatar. La Corporación, en última instancia, se crea a partir de un esfuerzo del Gobierno Regional de Atacama en un acuerdo con el Consejo de Defensa del Estado, quienes habían logrado detener y regularizar destrucción ilegal de fósiles por parte de faenas mineras.
Desde ese camino nace la Corporación, creada para encausar el interés científico y atender a la potencialidad de transformar a la paleontología en un motor de desarrollo regional, por ejemplo, a través del turismo.
¿Qué significa que Atacama sea un laboratorio natural?
Aquí estamos construyendo una memoria colectiva para la humanidad, desde Chile. Pensamos que Atacama puede ser Geoparque Mundial, categoría que otorga UNESCO para territorios excepcionales y amplios, y luego puede ser declarado Patrimonio de la Humanidad.
A lo largo de 120 kilómetros de costa en Bahía Inglesa se registra la historia del mar. Puedes llegar a caminar entre miles de huesos, este sitio paleontológico nos da cuenta de delfines, cocodrilos, cachalotes, perezosos marinos, focas, una gran diversidad de animales. Ellos son muy distintos a la fauna actual, un ecosistema del pasado, incluyendo dientes del Megalodón, un tiburón de 16 metros de largo que devoraba ballenas.
[Cerro Ballena, crédito fotografía CIAHN]
Hablamos de encontrar fósiles de más de 8 millones de años… ¿qué nos dicen ellos de la historia del planeta?
Cuando uno se enfrenta a la paleontología nacen profundas reflexiones. Nos muestra cómo somos herederos de una historia de millones de años. Nos muestra cómo la vida se abre camino, cómo ha enfrentado en el transcurso de la historia del planeta caídas de meteoritos, por ejemplo, la vida es resiliente y vuelve a surgir.
La paleontología ayuda a tener perspectiva de tiempo profundo, y en ese tiempo profundo siempre va a haber cambios, pero cuando el ser humano es factor de cambio negativo, debemos aminorarlo.
En el caso de la costa de Atacama entre noviembre y marzo se puede ver gran cantidad de ballenas, a pocos metros de la costa. Estas ballenas están presentes desde hace millones de años y a pocos metros están sus fósiles. Y luego tienes la historia de los changos que coexistieron con las ballenas y utilizaron sus costillas como toldos, los que luego representaban a través de sus pinturas en las rocas. Hoy las ballenas están a punto de extinguirse debido al ser humano.
Otro ejemplo, hemos encontrado flora que nos demuestra que en Atacama hubo en alguna época Peumos y hoy esa especie aquí no existe. Entonces desde la paleontología podemos intentar buscar respuesta a cómo enfrentamos los procesos de desertificación de la zona central que vive hoy Chile, podemos aportar a la reflexión y generar conciencia sobre un sinnúmero de situaciones, aportar a las políticas públicas.
Cuando eras niño, ¿te gustaban los dinosaurios?
Fui un niño fanático de los dinosaurios y por lo mismo me acerqué al Museo Nacional de Historia Natural (MNHN) y fui parte de las juventudes científicas del museo. En esa época nos decían que en Chile no había fósiles y encontramos en Atacama, Aysén, Magallanes, sólo había que buscarlos.
¿Qué palabras nos regalas?
Evolución. Es un fenómeno maravilloso, de cambios, de adaptación, todos somos resultado de una célula de nuestros padres y continuamos siendo en vida nuestros padres. Somos los peces, los anfibios, las bacterias que nos dieron origen. Ese proceso nos concatena con toda la trama de seres vivos. Somos parte y no dueños de algo. Somos las hojas de un árbol.
[Pelagornis chilensis, crédito fotografía CIAHN]
COMPARTE ESTE RELATO
EL MUNDO MIRA A CHILE
EL MUNDO MIRA A CHILE
EL MUNDO MIRA A CHILE
Ismael Valdés Vergara 368, dpto. 11
Parque Forestal
Santiago de Chile
Código Postal 8320089
SERVICIOS
CONTACTO