
Bosque chileno: la literatura de naturaleza chilena a un clic de distancia
EL MUNDO MIRA A CHILE
Cuando se discuten temas de ciudadanía, hay ciertas palabras claves que aparecen de manera recurrente: sociedad, democracia, derechos, derechos humanos, gobierno, Estado, participación, justicia, instituciones, respeto, entre otras. Muchos de estos términos son incluidos en los textos y guías de educación ciudadana como ejes temáticos que articulan una hoja de ruta sensible a nuestras sociedades actuales, apoyando el entendimiento y desarrollo de una formación cívica. Es fundamental resaltar que este listado de acuerdos sociales son el resultado de los distintos procesos que hemos experimentado y que nos han llevado a determinar que todo esto es lo que necesitamos para una convivencia justa, participativa y democrática.
En la Guía de Formación Cívica elaborada por la Biblioteca del Congreso Nacional de Chile se establece que uno de los objetivos de este tipo de formación es ‘‘incentivar la reflexión y facilitar una mejor comprensión de la realidad social (…) y facilitar las habilidades que permitan participar más activamente en la vida cívica’’ (BCN, 2020). Allí también se menciona que, de acuerdo al estudio ICSS del 2009, los jóvenes chilenos se encontraban hasta ese año por debajo del promedio internacional de conocimiento y habilidades cívicas. Muy probablemente este diagnóstico impulsó a que se fortaleciera el compromiso con la formación ciudadana desde el currículum nacional chileno , ya que en el año 2016 se promulgó una ley para la creación del plan de formación ciudadana para los establecimientos educacionales reconocidos por el Estado. Las orientaciones dentro del plan incluyen valores (respeto, responsabilidad, resiliencia, integridad, cuidado y armonía), competencias sociales y emocionales (conciencia de sí mismo, conciencia social, autogestión, toma de decisiones responsable, gestión de relaciones), componentes de conciencia global, habilidades interculturales y la alfabetización cívica.
Otra de las iniciativas desde el ámbito público, para promover y hablar de la ciudadanía la encontramos en el sitio Chile para niños. Este sitio web nacido bajo el alero de Memoria Chilena, busca acercar el patrimonio del país a niños y niñas. Uno de sus minisitios temáticos está dedicado a la ciudadanía, mostrando distintos elementos representativos dela participación democrática.
Si bien hablar de ciudadanía es siempre esencial para garantizar la formación de ciudadanos críticos y participativos, la inminencia del cambio climático, las crisis económicas post COVID19, entre otros procesos sociales actuales, hacen que hoy sea de especial urgencia la existencia de un mínimo de formación que sea de utilidad para alcanzar acuerdos. Sabemos que este tipo de formación es compleja pues involucra actitudes, habilidades y conocimiento del funcionamiento de un país, sin embargo, estamos convencidos de que hay algunos libros LIJ que pueden ser un apoyo al momento de comenzar a hablar de estos temas con niños, niñas y jóvenes. Aquí, algunas ideas.
Yo, Ciudadano. Civismo, política y formación ciudadana para los nuevos habitantes del siglo XXI.
Elena Pantoja (texto), Mathias Sielfeld (ilustraciones). La Bonita Ediciones.
En este libro de no-ficción, la escritora Elena Pantoja interpela al lector con preguntas como ¿por qué soy chileno? ¿Cómo se gobierna Chile? ¿Qué es la nación y el Estado?, las que a su vez organizan el contenido del texto. El texto se enfoca fuertemente en el país y en el Estado de Chile; incluso, las ilustraciones combinan colores similares a los de nuestra bandera. Este libro es descrito por la casa editorial como una bienvenida a la sociedad de los ‘‘pequeños ciudadanos’’, ya que es un libro claramente dirigido a niños y niñas y que ofrece un primer acercamiento a la organización política de nuestro país, con el objetivo de instruirles en una sociedad justa de la cual pueden y deben participar. Este elemento es constante en los textos ciudadanos infantiles, en donde se sitúa al joven lector como un portador importante de poder que lo ejercerá en una temporalidad futura, es decir, cuando crezcan y sean mayores de edad.
Yo, Ciudadano es parte de la Colección Ciudadano Consciente que ya cuenta con siete títulos, incluidos Yo, Sustentable; Yo, Digital; y Yo, Activista. Todos ellos son libros ilustrados cuya propuesta visual ofrece un acercamiento cercano y accesible a estos temas que muchas veces son percibidos como más áridos e, incluso, como ‘‘cosas de adultos’’.
En marcha. Movimientos sociales de ayer y hoy.
Sofía Montenegro, Constanza Rojas (texto), y Karina Letelier (ilustraciones). Planeta Junior.
De manera similar, En marcha es un texto que combina lo visual con el texto informativo para ilustrar conceptos claves que emanan de movimientos ciudadanos. A diferencia del texto anterior, En marcha ofrece una contextualización histórica global que ilustra los comienzos de los movimientos sociales y la evolución en los derechos adquiridos. Comienza explicando, por ejemplo, la primera lucha por la democracia (antigua Grecia) y el movimiento abolicionista contra la esclavitud, destacando a Chile como el primer país de Hispanoamérica en abolirla. Paulatinamente y conforme van apareciendo las distintas luchas sociales formativas del mundo, el texto va incorporando explicaciones en torno a demandas, el derecho a manifestarse, diversidad de pensamiento, huelgas, paros, marchas hasta llegar incluso a los conocidos cacerolazos. Cada capítulo termina con un breve glosario de términos significativos que puede ayudar a los lectores a sintetizar y recoger las definiciones que forman parte del corazón de las discusiones ciudadanas.
Un animal, un voto.
Florencia Herrera (texto), Cecilia Toro (ilustraciones). Zig-Zag.
Los textos informativos no son el único género que puede contribuir a una mejor comprensión ciudadana. En Un animal, un voto, la autora demuestra que por medio de un relato ficcional se pueden incorporar nociones de democracia, organización, comunidad y derechos. Los animales del reino se sienten muy confundidos puesto que el rey ha muerto y ellos no saben qué hacer. Siempre se les ha gobernado y mandado, pero ahora se ven obligados a reunirse y ponerse de acuerdo para saber cómo continuar conviviendo en el reino. Pero, ¿qué es lo que deben votar? ¿todos los votos valen lo mismo, incluso cuando algunos animales son más pequeños que otros? Luego de un largo rato de asamblea, logran ponerse de acuerdo y se convencen de que deben elegir a un presidente. De manera menos instruccional que los dos textos anteriores, este breve relato cumple igualmente con el objetivo de introducir la participación ciudadana a pequeños lectores, utilizando la analogía del rey, del bosque y de animales con distintos tamaños y capacidades para explicar cómo se compone una sociedad representativa.
Pequeña historia de un desacuerdo. ciudadanía para niños.
Claudio Fuentes (texto), Gabriela Lyon (ilustraciones). Ediciones Ekaré Sur.
Tal como sugiere el título, un desacuerdo en una comunidad escolar da origen a esta historia, en donde alumnos y alumnas se organizan para protestar en contra de la eliminación de una milenaria araucaria en el establecimiento. Mediante diálogo y votaciones, deben decidir qué hacer. Si bien el título menciona que es un relato para niños, creemos que puede apelar también a un público juvenil. Los adolescentes protagonistas y la discusión que al final del texto se propone (la libertad de expresión y sus manifestaciones, organización democrática y características del voto) puede posibilitar una profundización más madura de estos temas.
ConstiTutodos.
Momento Constituyente, 2021
A raíz de la redacción de una nueva constitución en Chile y las discusiones que emanan de ella, Momento Constituyente nace como una organización que busca contribuir al debate público por medio de una educación constituyente. Una acción muy concreta que han realizado para ello es la creación de ConstituTodos, un juego de mesa disponible para libre descarga en el que pueden jugar niños y niñas de entre 4 y 10 años. El juego (descárgalo aquí ) tiene como premisa principal completar Desafíos Colectivos que deben completarse en grupos, ganando solo el equipo que obtenga el mayor puntaje. Así, en ConstituTodos nadie gana de manera individual. Para sumar puntos, los jugadores deben responder preguntas, realizar mímicas, dibujar, y argumentar algún punto relacionado a la vida ciudadana. Sin embargo, como la vida ciudadana es muchas veces compleja, los jugadores también se ven enfrentados a cartas sorpresa en donde pueden ganar o perder puntos según las supuestas conductas ciudadanas que ejercen: ¿le sacaste una foto a tu voto? Pierdes 10 puntos. ¿Reconociste que tus contrincantes tienen mejores argumentos que los tuyos? Tu equipo puede repetir su turno. De una manera lúdica y colectiva, ConstituTodos presenta una simulación de la vida democrática que hemos logrado construir, al mismo tiempo que expande nuestro conocimiento sobre la composición del Estado y la participación cívica.
Es un juego que junto con aportar conocimientos específicos, apoya el desarrollo de habilidades sobre educación constituyente, las que eventualmente se esperan se conviertan en actitudes y disposiciones ciudadanas reales. Además de ser una propuesta atingente e innovadora en su contenido, ConstituTodos es un juego que posiciona a sus jóvenes jugadores como lo que realmente son: sujetos sociales, políticos y dialogantes, quienes muchas veces no son incluidos en la participación cívica precisamente por no ser ‘‘adultos’’.
Ilustración del índice: portada del libro Yo ciudadano de La Bonita Ediciones.
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Valentina Rivera B., Licenciada en Letras Inglesas, Profesora de Inglés, y Máster en Children’s Literature and Literacies, es colaboradora de Fundación Palabra.
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