EL MUNDO MIRA A

CHILE

Tugar Tugar, Salir a Jugar

Valentina Rivera

El mundo del juego y la infancia están naturalmente imbricados, tanto así que la Convención de los Derechos del Niño (CDN) lo reconoce como un derecho fundamental ‘‘al descanso y al esparcimiento, al juego y a las actividades recreativas propias de su edad y a participar libremente en las artes y la cultura’’ (Artículo Nº31).

El juego es muchas cosas: una actividad recreativa, aprendizaje y un espacio social, aunque también ha sido definido como un mundo político en donde los niños establecen su propio poder, jerarquías y lealtades. En efecto, lo que muchas veces ocurre en el mundo del juego es una creación de reglas e instrucciones propias, gestionadas por los mismos niños. Lo que hace además interesante al momento de jugar es que usualmente los adultos no están presentes, lo que hace que sea un espacio exclusivo de ellos, con agencia y poder de decisión. Aunque también es cierto que las maneras de jugar y los artefactos que facilitan el juego son incentivados por los adultos, quienes comentarán las maneras deseables de comportarse, discutirán las maneras justas de crear reglas y de premiar, y también ineludiblemente buscarán maneras de que el juego sea educativo. Es entonces posible que el espacio del juego también sea compartido, algo que  se conoce como ‘‘juego intergeneracional’’, en donde hay una participación y un intercambio efectivo entre distintas generaciones. Queremos recomendar aquí algunos juegos ligados a la lectura y cultura que fomentan este juego intergeneracional, y que llaman a compartir con todos los miembros de la familia.

Lira la Lira, Manivela

Los creadores de este juego describen a su público objetivo como ‘‘conversadores y adictos a la sobremesa, amantes de las palabras y de las historias, nostálgicos, amistades cómplices’’.

Este set de tarjetas es ideal para jugar en familia, con niños o con los abuelos. Lira la Lira (Me acuerdo) tiene como objetivo el contar y compartir historias, anécdotas, eventos memorables o cotidianos mediante las palabras que van apareciendo en las cartas.

 

 Así, cada historia y recuerdo que aparezca será distinto, invitando a los jugadores a escuchar atención o añadir detalles a las anécdotas contadas. Este es un juego que tiene como propósito principal compartir y poner en común la vida recorrida.

Aves de Chile: Juegos de cartas de asociación, por Akanni Ediciones

La editorial chilena cuenta con varias opciones de juegos, los que están conectados con distintos aspectos de la lectura y el de contar historias. Este juego en particular es un set de cartas que permite indagar sobre 50 especies de aves que habitan nuestro país, las que están ilustradas por Natalia Medici. Las instrucciones advierten que ‘‘si te equivocas, podrían quedarse con toda tu bandada’’, mezclando entonces conocimiento de aves y de la biodiversidad propia de nuestra fauna chilena. Similarmente, Akanni Ediciones cuenta con otro set de cartas llamado Colorín Colorado, el cual facilita la creación de historias haciendo uso de personajes, objetos mágicos y lugares lejanos.

Make Make, de Circoctel

Este juego sigue el tradicional formato del tablero y fichas, aunque es sin duda una propuesta innovadora que nos acerca de manera divertida e informativa a las tradiciones y creencias de la isla Rapa Nui. Este juego de planificación ‘‘representa un conflicto político y espiritual entre los clanes de la isla, quienes deben posicionarse estratégicamente en el tablero para construir Moai e invocar al dios Make Make’’.

El dios Make-Make es considerado como el creador del mundo según la creencia Rapa Nui, de allí que sea en este juego un personaje principal. En el juego también tienen un rol importante los clanes y los ritos ceremoniales dedicados a este dios. Según sus creadores, este es un juego que sirve de entrada al mundo de los juegos de mesa, ya que tiene reglas sencillas, necesita 3 ó 4 jugadores, y sirve para toda la familia.

Así Leo & Diez cuentos para memorizar, de Ekaré Sur

Otra recomendación que sigue incorpora un formato clásico son los memorices creados por la editorial Ekaré Sur. Por un lado, Diez cuentos para memorizar, es un memorice que invita a emparejar imágenes que contienen personajes de algunos libros de la editorial. Las cartas a unir retratan, por ejemplo, a la tortilla corredora y a los personajes de Al Sur de la Alameda. Por otro lado, Así Leo, contiene imágenes de niños, niñas, adultos y familias leyendo. Las ilustraciones están hechas por Gabriela Lyon incitan a ‘‘descubrir en los libros la mejor compañía’’.

Así-leo-memorice

Finalmente, si quieres seguir indagando en el mundo del juego, te invitamos a leer dos de nuestras entradas pasadas. En Papel, Hojalata y Madera hacemos un recorrido por los juegos tradicionales que históricamente marcaron las infancias chilenas; y en Un Pequeño Tesoro, reseñamos la caja lectora creada por María Isabel del Valle.

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Valentina Rivera Bravo

Licenciada en Letras Inglesas y Profesora de Inglés, Pontificia Universidad Católica. Máster en Children’s Literature and Literacies, Universidad de Glasgow, especialización en libros álbum y gramática visual. Ha colaborado en la revista literaria de la Facultad de Letras PUC, ESLA (English Studies in Latin America), y en espacios informales de fomento lector. Se ha desempeñado como profesora en diversas instituciones educacionales.

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